Rodrigo Landau
marzo 03, 2023Fragmento de RamadƔn de Rodrigo Landau (Santiago de Chile, 1976).
Escritor residente en el litoral central de Chile.
DĆA 0
Se trata de la intimidad de un bostezo —tambiĆ©n de su trivialidad. Mostrar por un segundo
el interior de la boca, deformando el rostro hasta hace un momento Ćntegro, una pequeƱa
dislocación de la norma. En seguida la cubre con la mano, que muestra un pequeño rasguño.
Si alguien viene, cuenta con una despedida. Una forma de suspender el tiempo. La playa
tiene 5 km. a lo largo de una lĆnea de espuma y horizonte —los pelĆcanos cobran elegancia
en el vuelo, lucen planes en dirección al norte.
Visitas por el dĆa una ciudad conocida en otro tiempo, regresando al punto olvidado
del juego cuyas reglas has ido descubriendo en el camino —partidas y llegadas.
¿QuĆ© mĆ”scaras llevas en el gran pequeƱo viaje?
Solo tus ojos son los mismos, imposible disfrazarlos.
Oyes a través de una conversación que el mundo arde por los cuatro costados.
¿SerĆ” necesario incomunicarse, retroceder al punto en que nacieron los mitos sobre
el cielo y la tierra?
La explanada de esta iglesia (San AgustĆn) es de ellos, los santos bebedores, por eso
debo pagar el peaje que uno de esos mĆsticos solicita. La miseria y la belleza, cercanas
como la distancia que hay entre los oĆdos humanos, dialogan aquĆ con la filia alcohólica y
la adoración piadosa de las piedras.
¿QuĆ© es todo esto? ¿El trĆ”nsito de la realidad a las palabras? ¿Actuamos para ellas, para su
poder de ficción y transfiguración, como si pidieran nuestras acciones a cambio?
El gozo trae consigo el apetito de vivir, ¿pero quĆ© balances, quĆ© ajustes se producen en ese estado?
Instantes
de los que brotan raĆces
—o que ya las tenĆan
Instante sobre instante
brote crecido sin percepción
sobre brote que emerge de sĆ
—en un segundo
DĆA 5
SueƱo:
B. opera mi corazón en una camilla. Veo mi propia cirugĆa, como un testigo. Soy
consciente de la intervención y siento curiosidad por saber qué ha descubierto. Al final creo que me ha sanado, que todo salió bien.
Otro:
Lo habĆa olvidado y en la maƱana, por alguna razón-sensación (quizĆ”s por la pelĆcula sobre
Viena: https://lalulula.tv/cine/100076/museum-hours), lo recordƩ.
Voy con alguien (una mujer, no sƩ exactamente quiƩn). Pasamos por un lugar que parece
una facultad de Bellas Artes. Descendemos (es una planta baja) y una vez dentro
observamos que se trata de un gran galpón, con algunas oficinas laterales. En esas oficinas
hay estudiantes de estilo extravagante. La vista es abierta y amplia. Recorremos el galpón,
coloridamente decorado con papel picado (estilo mexicano).
Otro:
Yo y otro ser luchando. Trato de atajarlo y la fuerza de ambos nos mantiene en el mismo
punto. Ambos somos fuertes, moles, colosos, gigantes. El otro quiere ir mƔs allƔ, donde
habita una fuerza superior a nosotros.
NINGĆN ARADO SE DETIENE PORQUE UN HOMBRE MUERA
dicho flamenco
Estoy evacuando bien, lo cual me enorgullece, de mi sistema digestivo y mi capacidad para
asimilar los alimentos. Al mismo tiempo me recuerda las alteraciones que provoco en mi
organismo. Recuerdo las pƩrdidas, la pateadura, los mareos y el miedo, que te envuelve
como una red invisible.
Mi ramadĆ”n —mi abstinencia
Una mesa de ping pong en el deportivo
CuƔl es tu idioma
La fotografĆa, el dinero, las ideas, el silencio, las lenguas,
estar en el lugar indicado para observar a un perro asomƔndose
indistintamente por cualquiera de los cinco agujeros del balcón,
la religión, la polĆtica, oĆr una conversación que salta de un idioma
a otro, el cine, la arqueologĆa, las mĆ”scaras, los felinos, los crucifijos
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