La Paideía en los "Héroes Míticos de Oaxaca".

enero 30, 2023

                                                                                                                   por César Elí García




En distintas culturas se ha cultivado la figura del héroe, este personaje puede tener distintos perfiles: podemos identificar al héroe civil, que es quien lucha en beneficio de su patria, y en resarcir alguna injusticia a la que está atada su comunidad; al héroe fundacional, figura con parentesco en lo arcaico de un pueblo, y que dota de identidad al mismo, quedando su nombre como primera piedra en la historia de una cultura; por último podemos pensar en el héroe mítico, personaje emparentado con un orígen divino, y por tanto su figura se encuentra entre lo histórico y lo mítico. Este héroe dota de un sentido moral al pueblo, pues su actuar es ejemplo práctico.

Juan de Dios reúne en el libro, Héroes Míticos de Oaxaca, un catálogo de los personajes, tanto precolombinos como coloniales, que sirvieron a los pueblos originarios del territorio Záa 1 como figuras de autoridad, en todas sus variantes, tanto civil, militar, como religiosa. Tenemos a los binizáa Petela, Baloo y Balachi, y a Zaachila I; el primero guía prudente, los segundos guerreros civiles y el tercero gobernante. Por otra parte están los ñu sabi Pecocha, un guía moral; Sandzidzo Sanai, guerrero fundacional; y el guerrero Ocho Venado. Está presente el ayuuk Condoy, quien tiene un orígen divino y se desempeñó como guerrero, muy similar su historia al chontal Fane Kantsine, quien al igual que Condoy nació de un pequeño huevo y se desempeñó como guerrero. Por último está Pitio, quien logró reunir en un frente común a mixtecos, zapotecos y chatinos para luchar contra los conquistadores.


La recopilación de los once héroes oaxaqueños, nos permite ver el panorama de aquello a lo que los pueblos consideraban ejemplar (el areté del héroe), y por ende digno de imitar. Las figuras heroicas son, pues, ejemplos vivos de aquello que es bueno para un pueblo. También nos recuerdan que el honor y el respeto de un pueblo no se da por cuanto se posea, sino por cuanto se está dispuesto a hacer por el prójimo, pues en estos pueblos impera una suerte de colectividad y comunidad por encima del individualismo.

El héroe encarna la figura de la excelencia humana, el personaje que renuncia a la individualidad del amoroso yo, en favor de la colectividad del nosotros. Esto dota a los pueblos de una trama de principios morales, como el sacrificio; de principios del valor, en la figura del guerrero; también actitudes como la prudencia y la honestidad, indispensables en todo aquél que quiera ser líder de un pueblo.

De esta manera la figura del héroe se volvía un ejemplo a seguir y a imitar como principio fundamental, los jóvenes se sentían orgullosos de su pasado, y con disposición de actuar de acuerdo con el camino expuesto por los ancestros. Cabe mencionar que la figura divina en los pueblos precolombinos tiene dos orígenes: uno era la simbolización de un rasgo de la naturaleza; el otro era el humano que rompía la normalidad del individuo haciendo algo fuera de lo ordinario, en una muestra de valor, prudencia, y amor a su pueblo, dejándonos claro que el humano no puede aspirar a algo más divino que el pensar en el prójimo, porque reconoce que solo es insuficiente, y por tanto para llegar a cumplirse el otro es imprescindible.


1 de esa manera se llamaba antiguamente al territorio de Oaxaca


Ficha técnica;

HÉROES MÍTICOS DE OAXACA.

Juan de Dios Gómez Ramírez.

Ediciones Záa.

Antropología.

Año de publicación: 2021.

48 páginas (incluye ilustraciones monocromáticas)

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