En días recientes, la actriz y comediante Michelle Rodríguez protagonizó una batalla de fuertes críticas a su cuerpo, tras aparecer en la portada para el mes de febrero de la reconocida revista Marie Claire. Tras los ataques, la actriz dio una declaración desde su cuenta de YouTube en donde, con ahínco, argumentó que su cuerpo es suyo y nadie tiene derecho a criticarlo, aun si se argumenta que es en preocupación por su salud. Dijo sentirse contenta con todo aquello que su cuerpo le permite hacer, y defendió su derecho a la realización personal, a ser querida y amada, sin importar las críticas que se le puedan hacer.

Por otra parte, en diciembre del 2022, la escritora Nallely Tello publicó el libro infantil Mi tío, el sastre, en donde plantea la problemática de la falsa estética corporal que nos han inculcado desde la intolerancia. La estandarización de la producción de la ropa en serie, ha llevado a los medios de la moda a estandarizar la forma corporal de la población mundial, invirtiendo los valores de la ropa adecuada al cuerpo, y no a la inversa. Notemos que el oficio del sastre cada vez se vuelve más exclusivo, pues la ropa industrial es más barata; por tanto, el tener un desarrollo de aceptación del yo corporal, está íntimamente relacionado con un privilegio de clase.

Desde la instauración de la modernidad, los pensadores, como Descartes, explicaron al individuo dividiéndolo entre cuerpo y mente (res extensa y res cogitans) poniendo estas dos partes del ser humano como antagonistas y no como complementarias. La separación tan radical en estas dos sustancias ha llevado a los individuos a poner mayor énfasis en el cuerpo, sin advertir que son correspondientes entre sí, y que una es extensión de la otra. Lo cierto es que se ataca con frecuencia al cuerpo, dado que este no puede ocultarse de la vista de los demás, sin embargo, cuando se critica la estética corporal también se daña la interioridad, que no es apreciable a simple vista, y esto genera una herida en la subjetividad del individuo, llevándolo a la depresión y al auto rechazo.

Considero que, en la medida en que se acepte la gran diversidad de cuerpos, también se aceptará la gran diversidad de interioridades; respetar el cuerpo es el principio para respetar la subjetividad. La propuesta literaria de Nallely contribuye a eso, sobre todo porque está encaminada a la formación de la tolerancia desde la infancia. Por una parte, la experiencia de la actriz Michelle Rodríguez nos hace notar que todos tenemos derecho a la realización personal y al respeto, más allá de nuestro cuerpo; por otro lado, la propuesta de Nallely es formativa: lo primero nos muestra un caso de autoaceptación, lo segundo una propuesta de prevención de la violencia hacia el cuerpo.

 

Mi tío sabe que todos los cuerpos son distintos   …que la ropa debe ser hecha de acuerdo al tamaño de los cuerpos

Nallely Tello

 

Mi cuerpo no es una batalla, es una revolución

Michelle Rodríguez