Ana Castañer Pamplona
marzo 03, 2023CUANDO TU DUERMES
Anoche amor,
el silencio era el propietario
del remanso vertical de nuestra alcoba.
La cortina sin querer
pugnaba por abrir la pequeña ventana a tientas
... y tú dormías...
y yo derramé la mirada
con ternura infinita
por el aura añil
de tu cuerpo en sombras.
Solo quise comprender
el mensaje de la luz que te adorna la frente.
Solo quise embriagarme
del perfume que pervive por tu adentro.
Solo quise descubrir
la constelación de vértigo que representas.
Pero tú dormías ...
y yo no me atreví a tocarte,
tuve miedo de alterar el letargo,
me asomé al borde del ensueño
y vi que, olas invisibles de mar,
tropezaban contra mi horizonte descalzo.
Perdona que desee contágiate
la inmensidad del mar.
Perdona que ansié cobijarme en tu pecho.
... no sé cómo pedirte
que me dejes vivir eternamente
en la cálida espiral de tus abrazos...
Anoche,
yo bebí amor
de tu sueño y tu silencio
ESPERARTE
A veces,
en las noches desveladas sin tí
he tomado el rumbo
de la luna y del verso...
porque hay flores
pájaros
luces.
Voy a esperarte aquí
a la sombre del roble y sauce amigo,
con ese olor a silencio y a hierba grata.
Voy a esperarte aquí
porque la casa está repleta de rumores,
de cansancio, de prisas y de vacíos...
¡Aquí sin ti las horas son
más largas cada día!
Dame la mano, amor,
para hallar en ti un calor distinto
para ver que en realidad existen
tus besos de mar y escarcha.
Dame la mano, amor
que quiero borrar
el enigma gris que soy en tu ausencia...
sí supieras...
que maravillosa es el hoy
de estela azul
que me produces.
MAÑANA
Mañana
no quisiera abrir los ojos
con la desnudez total a que me acostumbran.
No quisiera amanecer
llena de aguijones preocupados,
conservando la memoria de un mal sueño,
o animando al vacío de tu ausencia,
si me desvelo, quisiera hallar
sencillamente,
tu sol agazapado en mi ventana
bebiéndose de golpe las tinieblas,
rompiendo la infinitud febril
que me limita.
Y así sentir
en ese instante eclipsado de los siglos,
como renazco a la longitud de una vida
creciendo aventado de silencios amarillos,
como llevo gaviotas mudas en las manos
que moldean versos a su antojo.
Mañana
Mañana no quisiera despertar
con esa ansiedad de luna por la sangre...
Mañana quisiera despertar
con un susurro de besos en silencio...
Todo me habla de ti.
¡Hasta el silencio!
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