Eres mi debilidad: Lo que me hace bien y al mismo tiempo lo que me hace mal.

Me haces reír pero también me haces llorar.

Eres mi fantasía y mi realidad

Eres lo permitido y lo prohibido,

la recompensa y el castigo,

el limbo y el paraíso,

un placer y un sacrificio

Eres mi medicamento y mi veneno,

mi cielo y mi infierno,

mi paz y mi tormento,

lo momentáneo y lo eterno

Momentos que ahora solo son recuerdos. Si mi inmadura mentalidad de niña

hubiese tenido algo de consciencia hubiera disfrutado mucho más de cada uno

de esos momentos.

Nostalgia que me abraza, me recorre, empaña mis ojos y eriza mi piel ya

arrugada por el tiempo.

Pensé que esos momentos durarían para siempre, que errado pensamiento.

Personas que ya no están, lugares a los que no volví… El tiempo pasa y no

regresa, trae y lleva, no perdona… simplemente no se detiene mientras

nosotros nos detenemos a recordar todos esos momentos que quedaron atrás.

Pensamos en lo que hicimos, en lo que dejamos de hacer y en lo que pudimos

haber hecho. Pero ya es tarde.

Momentos que se vuelven inolvidables a pesar del tiempo, mientras otros son

momentos que el tiempo olvidó.

Momentos que no volverán, ahora solo me queda revivirlos en mi mente.

Estás en todas partes:

En cada cosa que veo, en cada cosa que escucho.

Estás en mis sentimientos y en mis pensamientos:

En los más simples y en los más profundos.

Estás en mis sueños y en mis recuerdos, en lo real y en lo absurdo.

Estás, y simplemente estás.

En cada poema o canción,

en cada latido de mi corazón,

en mis suspiros y en mi respiración,

en todo lo que llama mi atención.

Eres un vicio, una obsesión, una adicción.

Eres la palabra y la acción

Estás, y definitivamente estás.

Estás en mí: en mi pensar y en mi sentir,

en mi llorar y en mi reír,

y estar en mí es suficiente, para que en todos lados estés presente

Te llevo conmigo, me siento contigo

en todos lados, en cada sitio…

Vigilia

Ya no sé si esto que siento es real o si es solo una trampa de mi mente para

demostrarme su poder. Me pone a pensar, me pone a dudar y al final me

enloquece.

A penas empieza la noche comienzan a aparecer los demonios que no me

dejan dormir. Largas noches, noches que se vuelven eternas, miedo infinito.

En medio de la oscuridad mis ojos están abiertos y mi mente está activa. Todos

duermen menos yo.

Temo, pero no sé a lo que le temo. Y ya estoy cansada de vivir temerosa.

Mi propia mente se burla de mi.