Dentro de las actividades que anuncian la Guelaguetza, se encuentra el certamen de la Diosa Centéotl. Este año las ponencias de las concursantes llamaron la atención, porque no solo giraron en torno a palabras como tradición, gastronomía, cultura, etc. Si no que también mencionaron palabras como Despojo y saqueo, estas dos no tan agradables en los oídos de la oligarquía oaxaqueña.

El creador de contenido turístico, Edwin Rosalees, difundió en su cuenta de Facebook las ponencias de las concursantes en este certamen. Llama mi atención las palabras de Itayetzi Alexandra Chacón Pérez, representante de la villa de Zaachila, quien argumento “Zaachila, tienes la necesidad de justicia, de que nos regresen las piezas que encontraron en nuestra zona arqueológica, el Cerrito en la tumba 1 y 2.” “Nos hicieron la promesa de que todo lo que encontraran en esta zona se iba a quedar en nuestro pueblo, y Zaachila confió y abrió las puertas para que exploraran”. “Encontraron varias piezas de oro y de cerámica como la copa de colibrí.” “Se llevaron nuestras piezas a la CDMX, al museo nacional de antropología. Hoy tenemos la necesidad de justicia de que nos regresen estas piezas, porque no todos tenemos el lujo y el privilegio para ir a la CDMX para nuevamente encontrarnos con nuestra identidad. Es una deuda que tienen con el pueblo Buin Zaa” 

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Fue en el año de 1962 cuando el arqueólogo Roberto Gallegos Ruiz, cordinó la exportación del paraje, “el Cerrito” en donde se descubrieron las tumbas 1 y 2, en la primera se encontró la copa del colibrí que menciona Itayetzi. Esta fue llevada a la ciudad de México, y desde entonces permanece en la capital. 

Robert Markens, en su artículo: Una Propuesta del Significado y Uso de la Copa con Colibrí de Zaachila, destaca la técnica policroma, utilizada en su elaboración “Después de modelar la vasija y cuando estuvo oréada, se bruñeron las superficies con cuidado y se les aplicó una capa de barro excepcionalmente fino (terra sigillata), preparatorio a su decoración con pintura. Las vasijas polícromas del estilo Mixteca-Puebla fueron a veces pintadas en más de un paso con pigmentos derivados de minerales, plantas e insectos. Con cada aplicación de pintura, la vasija habría sido cuidadosamente bruñida y cocida, tal vez hasta tres veces” Por otra parte, en cuanto a la representación anota “la vasija con colibrí, las dos bandas inferiores están decoradas con grecas escalonadas; la de más abajo presenta grecas escalonadas con espirales rectangulares y la central con espirales circulares. Con base a lo anterior, son referencias a las Serpientes de Fuego y Agua, y en conjunto, hacen referencia a la guerra.” Por tanto, en el mismo artículo se concluye que: “la copita de colibrí sirvió en ritos de guerra que incluyeron actos de auto-sangrado”  

El 7 de mayo, de este año, se difundió en la cuenta de Facebook “De paisano a paisano” un video que dura a penas unos segundos, en él se ve una tumba prehispánica, descubierta ese mismo día. En este video se ve la bóveda trapezoidal de una tumba prehispánica, al fondo se escucha el motor Diesel de una retroexcavadora, y un par de individuos que intercambian palabras de asombro y mencionan que dentro hay huesos. 

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El posteo indica la ubicación: el paraje "la calerita" en el municipio de San Antonio de la Cal, a 15 minutos de nuestra capital. Los habitantes del pueblo, han confirmado que el hallazgo fue saqueado y destruido, sin poder hacer nada, puesto que está en un predio privado, esto sin dar parte al INAH.  

En el mismo municipio, el día de hoy, a menos de un kilómetro, se inaugura la feria de la tlayuda.

Esta es la situación real de Oaxaca, una tierra rica en cultura, que, por una parte, vive el despojo y por otra el saqueo y la destrucción. Luego se monta una fiesta en donde la cultura se reduce al folklore, bajo el discurso que con ella se dignifica a los pueblos originarios, cuando la restitución cultural va más allá de ser incluidos o no en una fiesta que se desvincula de sus tradiciones verdaderas.