¡NO ME MIRES HIJO DE TU PUTA MADRE!

octubre 05, 2024

Por: Hugo Tovar (Artista plástico) 

AMLO, EL ADIÓS.

 

 

Pero si lo miré. No me mires hijo de tu puta madre me habían dicho al esposarme las manos por la espalda. Fue la primera vez que yo vi los sinchos de plástico. Me agarraron con un bote de chapopote y una brocha de ixtle de esas que llaman chulos, andábamos pintando en las paredes de las calles, "No Votes". 
Y ahí me agarraron. Me esposaron ya lo dije con sinchos de plástico con las manos cruzadas por detrás y me hicieron tirarme boca abajo en el piso de una vieja y destartalada camioneta. Eran lo supe por ellos mismos, agentes de la entonces DFS Dirección Federal De Seguridad, siniestra corporación policiaca del régimen priista.
¡Que no me mires, hijo de tu re te puta madre! Me recordó el tipo con una patada en las costillas. En realidad no le preocupaba que lo mirara a él o que pudiera reconocerlo después. Lo que quería evitar era que yo mirara el camino por donde me llevaban.
Pero si me ubiqué. El piso de la camioneta estaba parchado con retazos de lámina de acero inoxidable y por ahí alcance a mirar la silueta del Palacio de Los Deportes que se reflejaba en la lámina. Reconocí la avenida de Churubusco y la Calle del Hule, luego se metieron en unas calles intrincadas y ya no supe por donde andaba pero me llevaron a un departamento habilitado a manera de casa de seguridad, una suerte de cárcel clandestina.
En aquellos años todavía soplaban los vientos de la insurrección armada. Desde Oaxaca llegaban rumores de la rebeldía Coceista y por entonces yo ni me imaginaba que iba a terminar viviendo en esta bendita tierra del sureste mexicano.
Me encerraron en un cuarto vacío, sin mas mobiliario que un viejo escritorio y una silla en donde se sentaba el sujeto que nos interrogaba. Y hablo aquí en plural porque ahí ya estaban otros tres hombres, dos jóvenes quinceañeros como yo y uno ya rondando los treinta, le calculo ahora.
Nos acribillaban a preguntas antecedidas de insultos y amenazas. Se los cargó su puta madre, se los va a llevar la chingada si no cantan, les vamos a dar una calentadita y ya veremos si son tan machitos...
Lo que buscaban en realidad era gente subversiva y activistas relacionados con grupos guerrilleros, la Liga comunista 23 de septiembre y otras agrupaciones subversivas.
Todo comenzó cuando a mi escuela, la Prepa 5 de la UNAM, llegaron unos tipos a politizarnos, nos hablaron del fraude de las elecciones y nos invitaron a unirnos en senda campaña para concientizar al pueblo. La idea era esta; si lográbamos que la gente tomara conciencia y no votara, el Pri-gobierno no tendría como justificarse y quedaría en evidencia la ilegitimidad de los gobiernos. Eso era todo.
Pues me agarraron pintando bardas y así antes de cumplir los quince años fui a dar a esa cárcel clandestina en la que estuve dos o tres días, no lo recuerdo bien porque por el miedo perdí la noción del tiempo. Salvo dos o tres coscorrones y unos cuantos puñetazos en el estómago se puede decir que no me golpearon.
Pero las amenazas eran constantes. Esas duelen mas. ¿Qué hacemos, parejita?, se decían, ¿qué hacemos con estos weyes? ¿ Los llevamos a pasear a Tlalpan o les damos "chance"? Pasear en Tlalpan era desaparecer a los detenidos y tirarlos en el Ajusco y dar "chance" era extorsionar a la familia.
A mi por lo menos me dieron "chance" me hicieron darle todos los datos familiares y me llevaron a casa. A los otros tipos no supe cómo les fue, aunque estuvimos juntos tirados en el piso de aquella mazmorra clandestina no pudimos hablar y no supe por qué estaban ahí. Nunca mas volví a verlos, no supe nada de su suerte.
A mi ya lo dije me dieron "chance" y previas amenazas a mi madre me liberaron contra entrega de la entonces escandalosa cantidad de siete millones de los pesos de entonces, unos setenta mil de ahora, todavía no le quitaban los dos ceros al peso.
Le dijeron a mi madre que yo andaba de "rata" que me habían agarrado asaltando camiones y que pertenecía a una banda criminal muy peligrosa y que traficaba con drogas. Y que si no conseguía el dinero a la brevedad, me iban a mandar al "Tribilín", así se referían al Tribunal para menores delincuentes.
Mi madre asustada se movilizó para conseguir esa enorme suma de dinero que no teníamos, desde la camioneta en que me tenían cautivo en medio de dos hombres armados y apestosos, yo miraba entrar y salir a mi madre consiguiendo el dinero.
Y así me liberaron. Pero yo no me liberé jamás del estigma de "rata. De oveja negra y de ser la vergüenza de la familia. Aunque le expliqué a mi madre como se sucedieron los hechos y cuales fueron los motivos de mi captura, nunca se quitó la duda de que yo verdaderamente andaba de "rata". Lo supe porque muchos años después, cuando ya había yo triunfado como artista plástico y había viajado a Europa y había salido como artista en el noticiero Hechos de TV Azteca, mi madre todavía se refería a esos sucesos como "mis pendejadas" de adolescente.
Por eso odié al PRI y sus gobiernos y después también odié la continuidad del PAN y sus espurios gobiernos.
Por eso ya en Oaxaca participé de la creación del PRD, partido del que muy pronto me decepcione y que como todos sabemos ya cavó su propia tumba.
Por eso me hice obradorista, por eso he sido fiel defensor de este señor llamado Andrés Manuel López Obrador y que apodan el Peje.
Muchos me han criticado de no criticar su mandato. He perdido amistades por defenderlo. He sido señalado de chairo, de fanático.
Pero ¿cómo voy a criticar a un gobierno por el que yo tantos años esperé? Verdaderamente llegué a creer que yo no viviría para ver derrotado al PRI. Y miren las vueltas que da la vida, El PRI sigue los pasos del PRD y está ahora a punto de desaparecer.
Que AMLO ha tenido muchos errores es innegable. Que nos queda a deber algunos puntos también, particularmente creo yo en autosuficiencia alimentaria, en seguridad y en el tema de las mujeres. Especialmente en el tema de las mujeres creo que pudo haber hecho mas.
Pero hizo bastante. Con todo y que le tocó gobernar con una clase política nefasta. Con una oposición corrupta y perniciosa. Con el poder judicial en contra. Con la iglesia y los poderes fácticos en contra. Con los grandes medios de comunicación en contra. Con una crisis económica mundial y en medio de una pandemia, aún así tuvo buenos resultados.
Se apoyó del ejército para poder sostenerse, de haberse confrontado con las fuerzas armadas hubiera sido blanco fácil de un golpe de estado, acaso por eso su opacidad en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
A pesar de que sufrió intensas campañas de desinformación y de que la derecha se empeñó en tergiversar sus palabras como aquello de la gasolina a 10 pesos o lo de los abrazos y no balazos(cosas que dijo en el 2010 y en otro contexto), no lograron minar su popularidad y se va por la puerta grande. Con un alto índice de popularidad. Ningún presidente ha terminado como él su mandato, sin devaluación y sin crisis económica, si bien es cierto que nos falta mucho, la transición es tersa.
Verdaderamente me da mucha tristeza que se vaya, Al recordar esto lo despido con una sincera lágrima en los ojos.
Tuve la fortuna de recibirlo en Oaxaca como candidato y aunque en aquella ocasión me invitó a que lo buscara cuando ya hubiera llegado a la presidencia nunca hice el mínimo intento de tratar de ir a verlo. Me conformé siempre con seguirlo través de las redes y me conformo ahora con decirle un adiós y un hasta pronto.

 

HASTA SIEMPRE PRESIDENTE AMLO.

 

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